2019, un año que empezará para vosotras y vosotros, queridas y queridos villalberos, un poco antes que para los demás, será, qué duda cabe, el Año de Villalba.

El próximo 21 de diciembre inauguraréis un tiempo para celebrar, con el entusiasmo que sabéis imprimir en los grandes momentos, un doble centenario: el de la Fundación de vuestro Convento de Carmelitas y de vuestra Hermandad del Carmen. Me consta la ilusión y el fervor que estáis poniendo en el empeño, y también el trabajo, el esfuerzo y el tiempo que habéis dedicado -y que seguiréis dedicando- a organizar los actos para conmemorar un doble acontecimiento que no sucede, desde luego, todos los días. Lo hacéis entre todos, codo con codo y sin pedir nada a cambio, sólo porque queréis expresar el sincero cariño que sentís hacia vuestras religiosas, la profunda devoción que tenéis a vuestra Virgen del Carmen y el amor incondicional que profesáis a vuestra Villalba, que es también la nuestra.

En este año no estaréis solos. Nunca lo habéis estado, claro, porque para todas y todos los onubenses es siempre un verdadero placer acercarse a Villalba, un pueblo que rezuma sabor, historia, arte, devoción… a través de las blancas paredes de su caserío, de las almenas de su monumental iglesia, de los pináculos de su entrañable ermita y de la nostálgica espadaña de su convento, y que condensa en todos ellos lo mejor de su idiosincrasia.

Pero este año, con más motivo que nunca, queremos compartir con vosotras y vosotros una celebración tan especial para Villalba, sí, pero también para todos los onubenses.

Porque vuestro monasterio de San Juan Bautista, queridas villalberas y villalberos, es también patrimonio de toda la provincia. Un convento de clausura, fundado en 1618, que ha logrado sobrevivir, casi milagrosamente, durante cuatrocientos años.

Me cuentan los especialistas que hace un par de siglos había trece conventos en nuestra provincia. Hoy sólo perviven, como conventos de clausura, dos de ellos; y el vuestro, en concreto, es el único que queda no sólo en el Condado de Huelva, sino en toda la provincia onubense. Pero además, el de Villalba fue, según las últimas investigaciones, el primer convento español de carmelitas calzadas recoletas. Y ambas circunstancias lo convierten en un convento muy especial, cuyo valor histórico trasciende los límites del Condado e incluso los de nuestra provincia, que se siente orgullosa de vuestro –nuestro- patrimonio y de vuestro –nuestro- pasado. Tenéis una suerte inmensa por disfrutar de un patrimonio y una historia que ya quisieran otros muchos pueblos.

Y por si no fuera bastante, su clausura es la casa donde habita casi todo el año vuestra Virgen del Carmen, por quien tanto y tan profundo fervor sentís todos los villalberos y villalberas. Una devoción que se expresará este año de un modo grandioso, extraordinario, porque conmemoráis también el cuarto centenario de la fundación de vuestra Hermandad del Carmen. Allí estaremos, claro que sí, con vosotras y vosotros, celebrando vuestra alegría y conmemorando vuestra historia.

Enhorabuena. Cuatrocientos años, Villalba, ahí es nada…